LA ILERA

LA ILERA, así
han llamado desde siempre a nuestro río las gentes de los pueblos de su cuenca.
Es una corrupción de la voz
"glera" -literalmente,
terreno con mucho cascajo-, nombre que también recibe el río Oja por tener su
lecho plagado de
piedras.

Los chiguitos de 'La Ilera' somos unos cuantos riojalteños
que
nos resistimos a sucumbir ante el virus del
urbanita a base de monte, un poco de toponimia típica y un mucho de vino
con
chorizo. La ruralización navega despacio, y hay
un largo camino hasta que uno puede calzarse con dignidad una
boina.

Nosotros
lo acabamos de empezar con ganas de pasarlo bien; porque tomárselo todo a
cachondeo es una cosa muy
seria.



23 de junio de 2009

Arviza y Tondeluna

¿Quién necesita ver las noticias de la Vasca para echarse unas risas con las toponimias vascas de nueva creación (por ejemplo, Tutera por Tudela) cuando puede disfrutar de auténtica toponimia eusquérica sin salir de casa?

Pues a eso dedicamos otra tranquila mañana de sábado, a recorrer algunas de esas aldeas que jalonan todo el valle del Alto Oja de nombres vascos desde las lejanas épocas en que los reyes castellanos repoblaron estas zonas con gentes del norte. Y he aquí los resultados.

Esta vez elegimos uno de los senderos que recorren los montes de Ojacastro, los 'Paseos de Arrupia'.



Existen tres rutas diferentes, una por la margen oriental del río Oja hasta Ulizarna, y otras dos por la occidental; éste es el caso de la ruta que lleva hasta Zabárrula, de la que próximamente hablaremos en la reseña de nuestro paseo por la Dehesa de Valgañón, y de la que protagoniza esta nueva entrada en nuestro blog.

La ruta, editada por el Ayuntamiento de Ojacastro en forma de folleto, y cuya versión en formato pdf puede conseguirse en la propia web del pueblo, parte de la zona de la iglesia con rumbo al oeste.

Nosotros, ya sea por llevar la contraria, ya sea por comenzar la caminata cuesta abajo, realizamos el paseo en sentido contrario al que indica el folleto, y comenzando desde el Barrio de Pisón -circulando en dirección Santo Domingo-Ezcaray, son las primeras casas que se encuentran al cruzar el Oja-, en lugar de hacerlo desde el centro del pueblo.

A pesar de ignorar la dirección indicada para este paseo, y como se avanza constantemente por un camino/pista forestal hasta alcanzar las aldeas de Arviza y Tondeluna, la ruta no presenta ningún problema a la hora de ser seguida correctamente.

Obviando otros detalles referidos a las curiosidades que se pueden apreciar durante la marcha, como los cuezos de Santa Marta -a la izquierda del camino, en la ascensión previa a Arviza- y Tondeluna, y que ya se detallan en los foletos enlazados más arriba, tan solo cabe destacar que una vez pasada la aldea de Tondeluna, la pista desaparece, y la ascensión continúa por una senda más estrecha que se adentra en el bosque.

Entre hayas y rebollos se hace cumbre con rapidez y se desciende hasta el Barranco del río Artaso; después se vuelve a retomar el camino ascendente, y se inicia el descenso definitivo que nos llevará a abandonar el bosque para dar con otro pequeño valle que recorre el Barranco del Ángel.

Una vez aquí el camino lleva hasta el núcleo principal de Ojacastro, dejando nuestro punto de partida a la izquierda. Podemos optar por acercarnos hasta el pueblo, cuya Plaza Mayor, con típicas casas serranas, iglesia y picota incuidos, es más que recomendable. Si no, siempre podemos atajar para llegar directamente al punto de partida. ¡Pero mucho cuidado con pisar los pimientos, o los lugareños os crujirán muy lindamente las costillas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario